La banda armada con fusiles y granadas ingresó por la fuerza e interrumpió la transmisión de un noticiero, en un momento por demás violento.
Un episodio de violencia sin precedentes se registró este martes en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, donde un grupo armado ingresó por la fuerza y tomó las instalaciones del canal TC Televisión en plena transmisión.
La transmisión en vivo mostró a los periodistas y trabajadores del medio amenazados con armas y explosivos.
“Para que sepa que no se deben jugar con las mafias”, dijo uno de los criminales encapuchados al hablar ante la cámara. Luego obligaron a uno de los presentadores a dirigirse en vivo y pedir que se retire la Policía. De inmediato iniciaron los disparos en medio de gritos de los trabajadores.
Este hecho, junto a otros actos de violencia, se registra en el contexto en el que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretara un estado de excepción y toque de queda el lunes en todo el territorio de la nación andina.
Tras el episodio en la TV estatal de Guayaquil, Noboa firmó un decreto que declara al país en estado de «conflicto armado interno» y ordena a las Fuerzas Armadas «ejecutar operaciones militares para neutralizar» el accionar de una veintena de bandas criminales.
«Ante el ingreso de delincuentes a las instalaciones de un medio de comunicación en #GYE, nuestras unidades especializadas se encuentran desplegadas en el lugar para atender esta emergencia», publicó la Policía en su cuenta de la red X (antes Twitter). Luego publicaron imágenes de las detenciones.
El sitio de Teleamazonas señaló que en otros medios de comunicación, como Vistazo y Ecuavisa, se ordenó el cierre total de las puertas y la evacuación del personal.
El ataque se da apenas un día después de que el presidente Noboa decretara el estado de sitio por la fuga de la cárcel del jefe de una de las bandas criminales más grandes del país, alias Fito, a los que se sumó luego otro escape de otro líder de otro grupo.
Fue una jornada en la que, además, se dieron explosiones en varias ciudades, en una estación policial y frente a la vivienda del presidente de la Corte Nacional, se incendiaron vehículos y fueron secuestrados siete policías en Machala, Quito y en la provincia de Los Ríos.