El objeto de hielo A23a tiene una superficie de 4.000 kilómetros cuadrados, casi tres veces el tamaño de la ciudad de Nueva York, y se desplaza hacia el norte.
El iceberg más grande del planeta está en movimiento. Después de más de 30 años de estabilidad, el hielo identificado como A23a se desprendió por completo de la Antártida y está a la deriva en el océano, con dirección norte.
Científicos citados por la BBC, informaron que el iceberg en cuestión mide unos 4.000 km2, lo que equivale a unas tres veces la superficie de la ciudad de Nueva York, o a dos veces el área de Gran Londres, que abarca la capital del Reino Unido y los suburbios.
El A23a, cuyo grosor es de 400 metros en su punto más prominente- se desprendió de la Península Antártica en 1986 -o sea, hace casi 40 años- pero se había convertido en una suerte de isla dado que había quedado encallado en el Mar de Weddell.
Sin embargo, días atrás se determinó que ahora el inmenso trozo de hielo se desplaza hacia el norte, lo que causó alerta no por la posibilidad de que llegue a las costas de algún país (Argentina o Chile, por ejemplo) sino porque podría alterar las rutas de los animales de la zona, como aves y mamíferos.
Por qué se puso «en marcha» el iceberg más grande de la Antártida
El doctor Andrew Fleming, experto en sensores remotos de la Prospección Antártica Británica, explicó a la BBC que el movimiento del A23a no necesariamente tuvo que ver con una suba en la temperatura del agua, que es otro fenómeno que los científicos monitorean hace años en los océanos.
«Estaba encallado desde 1986, pero eventualmente (su tamaño) iba a disminuir lo suficiente para perder asidero y empezar a moverse. Yo detecté movimiento por primera vez en 2020», explicó Fleming, a bordo del barco de la institución del Reino Unido dedicada a la investigación de la Antártida.